31.01.2008 / 0

La guerra como cultura

Jana Frielinghaus

Uno debería pensar que las ferias de libros son para la literatura de ficción y para la literatura especializada. En el sentido más amplio de esta premisa, por supuesto, el ejército de un país también tendría derecho a presentar sus publicaciones. El Ejército Federal Alemán, que hasta hace unos años siempre estaba presente en las ferias de libros, pero, por ejemplo, en la segunda mayor feria alemana del libro en Leipzig, en marzo del 2004, no tenía ni un solo libro en su stand de la exposición, que al mismo tiempo era también el más grande de todo el Evento.

En realidad se trataba de atraer a los jóvenes y hacerlos picar el anzuelo. La guerra se les presentaba como una herramienta normal de la política. Es bien sabido que el Ejército alemán desde 1999 participa en intervenciones en contra del derecho internacional en todo el mundo, aunque su mandato según la Constitución, solo es la defensa del territorio nacional. Pero en 1992, fueron incluidas en las »directrices políticas de defensa« del Ejército alemán públicamente con toda franqueza que su tarea es el »asegurar el acceso sin trabas a los mercados y a las materias primas en el mundo«. Y más encima el ex-ministro socialdemócrata de Defensa Peter Struck abogó por la participación del Ejército Federal Alemán en la llamada »guerra contra el terror« en Afganistán.

En tiempos de creciente desempleo de los jóvenes, al Ejército alemán no le es en absoluto difícil atraer y ganar a los adolescentes. A muchos de estos jóvenes, los cuales pertenecen a los perdedores del sistema selectivo de educación alemán, apenas les queda otra alternativa. Pero la tropa no solo está buscando gente de los »sedimentos bajos de la sociedad«, como una vez un oficial del Ejército alemán, encargado para la educación y formación, llamó, en forma menospreciable, a la postulante clientela de su patrón, sino que también jóvenes con bachillerato técnicamente interesados, que hayan absuelto la escuela secundaria. Consecuentemente con eso, el Ejército alemán instaló su stand expositor en la Feria del Libro en Leipzig, justo en medio de las editoriales de libros para los niños y los jóvenes. Los adolescentes eran atraídos y seducidos con un juego con el nombre POL & IS. La abreviatura significa »Política y Seguridad Internacional«. Mediante una simulación con el computador se les aclara el mundo a los jóvenes, desde el punto de vista del Ejército alemán. En el informe anual de los oficiales jóvenes del Ejército alemán, este juego es alabado y recomendado como el instrumento publicitario más importante de »la labor de información del ejército« . En el año 2004 un colaborador del periódico Junge Welt (Mundo Joven) pudo observar en la Feria del Libro de Leipzig, como visitantes jóvenes en el stand del Ejército alemán se pasaban jugando a practicar una misión de intervención armada internacional en Ecuador.

No obstante, justo durante esta feria en el stand del Ejército alemán se produjo un escándalo, cuando editores de izquierda y visitantes se reunieron para hacer una pequeña manifestación de protesta. Anteriormente, alrededor de 2 500 editores, escritores y visitantes ya se habían pronunciado con sus firmas, en contra de prolongar la presencia militar en la feria. Portavoz durante esta manifestación de este movimiento opositor a la presencia militar en la feria, fue Dietmar Koschmieder, director gerente de la Editorial 8 de Mayo, en la que se imprime el Junge Welt. Él estaba armado solo con un megáfono.

En vista de la acción espontánea, el jefe de la Exposición soc. Ltda alarmó a la policía y a la policía militar para impedir la »acción del periódico Junge Welt«. Estos llegaron y arremetieron de inmediato tirando al suelo brutalmente a Koschmieder, atándolo de manos y pies, y lo arrastraron fuera del pabellón de la exposición. Aunque él no ofreció ninguna resistencia, se emitió en su contra una orden de condena por lesiones corporales y resistencia contra los agentes de la ley. Seis meses más tarde en el juicio oral ante el tribunal del distrito de Leipzig con el pago de una multa de 600 euros se puso término al proceso.

La Exposición soc. Ltda, que se ve como manifiesta ejecutora de los intereses del Estado y de los militares, pronunció, contra Koschmieder, a pesar de todo, una prohibición general de entrada al recinto de la feria – sin embargo, al año siguiente no le impidió la entrada ni a él, ni tampoco al periódico Junge Welt: Al fin y al cabo cada exponente en la feria es un cliente que paga a los organizadores del evento.

A raíz de los titulares negativos en la prensa, el Ejército alemán se ha retirado provisionalmente de la feria del libro – incluso el mayor periódico alemán sensacionalista y conservador Bild, informó con fotos de la acción brutal contra los manifestantes. Desde entonces el ejército renunció también a estar presente en la feria del libro más grande de Alemania en la ciudad de Francfort del Meno. Tampoco figura nuevamente en la lista de expositores de la exposición de libros de este año en Leipzig que comienza el 13 de Marzo. La retirada del ejército fue un gran éxito para el movimiento de protesta contra la propaganda bélica en un evento cultural.

Pero en ferias, que se orientan al público más joven, los militares siguen presentes, como por ejemplo en la exposición YOU, una exhibición para jóvenes entusiastas del deporte y de la técnica – a pesar de que aquí también desde hace 12 años se realizan regularmente protestas. Para colmo, en la exposición de 1996 durante una exhibición se estrelló un helicóptero del Ejército alemán con 13 jóvenes que habían ganado un viaje gratuito de vuelo: todos perdieron la vida.

https://www.jungewelt.de/blogs/havanna/301255